quarta-feira, 4 de abril de 2012

JULIO CESAR ARANÃ DEL ÁGUILAR

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Peru
2006PER-75: La plaza 28 de julio pierde encanto y tradición. Los “parinari” mueren de pie
Luis Tafur Rengifo Kanatari, Iquitos, Loreto January 2006

"Por favor, NO LEA el artículo debajo, pues éste no clasificó a la segunda fase de evaluación.



"En la misma Plaza estaba instalado un Carrusel, movido por grandes motores, propiedad del señor Max Allaín Caballero. Por el lado de la calle Mariscal Cáceres, estaban cinco pozos donde las lavanderas lavaban la ropa de sus clientes, y a la vez era punto de reunión de un murmuradero. En la esquina donde está "Punta del Este" en la calle Bermudez, estaba el cine Imperio. Esquina Cáceres con Aguirrre, el cine España, cuya estructura antigua y elegante era digna de admirarse y era propiedad del español José Altimira y Mota (falleció en 1932). Siguiendo con los cinemas, esquina Huallaga y San Martín, primero, local del Club Dos de Mayo, luego el cine Gloria, el primer cinema sonoro, que se quemó en la noche de su estreno y más tarde sobre su solar se construyó el cine Bolognesi". (P. Silvino Treceño. [Este Medio])

LA PLAZA HISTÓRICA

En la primera mitad del siglo pasado el amplísimo terreno que hoy ocupa la Plaza 28 de Julio, ubicada en los extramuros de la emergente ciudad, apenas era un canchón donde no sólo se enterraban a los muertos sino que se jugaban emocionantes partidos de fútbol entre equipos integrados por jugadores locales y los que formaban los tripulantes ingleses y alemanes de los grandes buques que acoderaban en el muelle de la Booth o los militares que, para aplacar su aburrimiento, desafiaban a los clubes deportivos surgidos en aquella época. A los costados, existían, en la década de los 30 y 40, cinco o seis pozos surtidores de agua donde todos los días se daban cita varias lavanderas de ropa ajena a ganarse el sustento para alimentar a sus familias.

Según dan cuenta las crónicas citadinas de esos años el terreno era una loma arenosa rodeada de frondosos árboles frutales de distinta especie, destacando entre ellos, el mango y la poma rosa. De allí partía un caminito o trocha hacia los pozos de Sachachorro donde los "aguateros" recogían agua en grandes recipientes, los cargaban de a cuatro en caballos o mulas, y los traían a la ciudad para vendérselos a las acomodadas familias del centro de la ciudad.

En el año 1931, a un concejal se le ocurrió la brillante idea de pedir en el seno del Concejo que se declare de libre disposición y usufructuo la enorme cantidad de tierra y arena para construcciones que había en la ya denominada Plaza 28 de Julio, a fin "que se nivelara más rápido" el terreno; pero, los extractores dejaron enormes zanjas en el interior de la plaza y en los terrenos sobre los cuales hoy están ubicados los edificios del Palacio de Justicia y el Colegio "San Agustín". Sobre tales zanjas, el Concejo de esa época que estaba dirigido por Marcial Saavedra Pinón, ordenó "¡que se arrojase la basura de la ciudad con el fin de rellenarlos!"

La plaza se convirtió entonces en un gran depósito de basura (relleno sanitario, le llaman hoy en día), donde se reunían gallinazos y cerdos, produciendo un espectáculo macabro y los olores fétidos que se desprendían de esos lugares eran insoportables y peligrosos para la salud pública, lo que obligó a muchos vecinos a abandonar sus viviendas. Los periódicos de entonces exigían al Concejo que de inmediato subsanara aquellas pésimas condiciones higiénicas en que había quedado sumido la plaza y alrededores.

Corriendo el tiempo, poco a poco, las siguientes gestiones municipales le fueron prestando mayor atención, orientando los pocos recursos que tenía el Concejo Provincial a la canalización y pavimentación de las calles principales. Hay que recordar también que, pese al estado de canchón descampado que presentaba en 1931, el candidato Haya de la Torre, desde la glorieta que había a un costado, se dirigió a la multitud de sus seguidores que lo recibieron el 7 de setiembre de 1931 cuando arribó a la ciudad a bordo de un hidroavión durante la campaña presidencial de ese año.

Al año siguiente, también desde esa misma glorieta, los líderes de la Junta Patriótica arengaron al pueblo enardecido aquel 1 de setiembre cuando se confirmó que la toma de Leticia había sido un éxito. Desde entonces, mientras el progreso iba avanzando hacia los extramuros de la ciudad, la Plaza 28 de Julio se iba convirtiendo en ágora irremplazable para las grandes manifestaciones populares, para los recibimientos multitudinarios y para las gestas heróicas e históricas del pueblo loretano.

EL ALCALDE LUIS ARANA ZUMAETA

En 1963 se realizaron elecciones municipales dispuestas por el primer gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry y en las que resultó ganador, en Maynas, el Ing. Luis Arana Zumaeta en representación del Partido Acción Popular. Arana era uno de los hijos del controvertido Julio C. Arana del Águila, el todopoderoso "Barón del Caucho" de los años 20. Como parte de su Plan de Obras el burgomaestre inició un vasto programa de pavimentación de algunas céntricas avenidas, entre ellas, las que estaban ubicadas en el perímetro de la Plaza 28 de Julio. Pero éstas, (San Martín, Aguirre y Bermúdez) tenían plantadas sobre sus calzadas enormes árboles de mango (Manguifera indica) que Luis Arana ordenó desaparecer a fin de proceder a la pavimentación de las mismas.

En su reemplazo y ante la protesta de muchos vecinos, dispuso que se sembraran dentro del perímetro de la Plaza casi una docena de árboles de parinari o popularmente llamados "Supayocote" (Couepia chrysocalys) que son los mismos que ahora la gestión edil de Juan Carlos del Águila está trayendo abajo aduciendo pudrición y razones de seguridad. Han pasado menos de 50 años y varios de estos árboles que alcanzaron una altura promedio de 10 metros y un diámetro a la altura del pecho (DAP) de entre 80 y 90 cm. y que le daban sombra a la plaza por la frondosidad que presentan, vienen sufriendo pudrición al interior de su estructura ubicada en la parte central del tronco que es la que sostiene al árbol.

Expertos consultados acerca del tiempo de vida que desarrollan estos árboles nos han manifestado que en condiciones normales, creciendo sin factores agresivos, estas especies tienen un promedio de vida de 300 a 400 años. Un ejemplo de esto es el árbol que está ubicado en el interior del Centro Educativo Inicial No. 690 "Santa Mónica" (ver foto) que, al parecer, es parte del bosque primario que existía en el lugar y que fue respetado, incluso, por nuestros padres y abuelos cuando abrieron, primero, la llamada carretera del Ejército en la década de los años 30 y la transformaron en carretera al caserío de San Juan Viejo luego de los años 70 del siglo pasado.

COMIENZA EL DRAMA

El día 6 de enero, luego de "fuertes" vientos ocurridos sobre la ciudad, uno de los árboles de parinari ubicado frente al Palacio de Justicia se vino abajo, felizmente sin causar daños personales. Los alarmistas y los agoreros del desastre comentaron que "si el árbol hubiese caído el día anterior en horas de la mañana, cuando se realizaba el desfile cívico por el aniversario de Iquitos, sobre la gente que presenciaba el mismo, muchos habrían resultado heridos y quizá algún fallecido". El mismo día, dos trabajadores de la oficina de Defensa Civil de la Municipalidad verificaron el estado de los árboles, concluyendo sus apreciaciones con los siguientes términos: "Así mismo se observó que presentan (los árboles) características de ser muy antiguos tales como su grosor, altura, sus (sic) frondosidad y textura de las cortezas y al mismo tiempo se notó que son utilizados como urinarios, por tal motivo las raíces se encuentran en descomposición debilitando la estabilidad del árbol poniéndolos en riesgo de colapsar y causar daños que lamentar al público concurrente" (Informe No. 03-06-JNT-DDC-MPM, firmado por Lincoln Torres Aguilar y Jaime Navas Torres).

Tres días después el Lic. Gilbert Alvarado Arbildo, Jefe de la División de Defensa Civil de Maynas le dirige el Oficio No. 005-2006-DDC-SGSC-GSM-MPM al señor Jorge Lazo Ríos, Gerente de Saneamiento y Salud Ambiental de Maynas, en el que le hace llegar el informe referido, pidiéndole que un "profesional competente evalúe cada árbol y determine lo conveniente a efectos de prevenir daños..."

Lazo Ríos, urgido por la prensa y la opinión pública, dispone que el Ing. Jacker Tello Pereira, Jefe (e) de Parques y Aéreas Verdes realice una urgente inspección en la Plaza 28 de Julio. Éste, a su vez, como buen burócrata, encarga la tarea a un supervisor de su área, don Modesto Grández Arévalo, que lo realiza el 9 de enero, emitiendo el Informe No. 01-2006-MGA-DPYA-GSSA-MPM, en el cual da cuenta que ha efectuado dicho trabajo, "árbol por árbol, en cada uno de los seis que presentan serios deterioros, afectados en su parte basal, tanto el albumen y el duramen por severos ataques de elementos patógenos", recomendando "la tala de estos 6 árboles, porque están poniendo en peligro a la población y que por efecto de un viento leve estos se pueden desencajar (sic) y apretar a los transeúntes y visitantes de la zona".

Apenas recibido este informe, evidentemente no hecho por expertos, Lazo Ríos lo envió al Ing. Sixto Luna Pinchi, Administrador Técnico Forestal y de Fauna Silvestre de Iquitos (Jefe del INRENA) con Oficio No. 021 de fecha 11 de enero, dándole cuenta que se procederá a la tala de dichos árboles "para lo cual agradeceremos su presencia a fin de constatar la gravedad del asunto". A las 10 de la mañana del día siguiente, con la presencia de la funcionaria Betsabthe Cortegano Chota del INRENA, los funcionarios municipales acuerdan proceder a la tala de seis árboles deteriorados, lo que realizan dos días después, es decir, con el visto bueno de la funcionaria del INRENA. que, en el Acta de Constatación No. 01-2006-GSSA-MPM firmado por ella, concluye que dichos árboles "están en un peligro inminente de caída, debido al estado de deterioro por pudrición del interior del fuste de cada uno de ellos".

Muchos conocedores sostienen que hubo apresuramiento por parte de los funcionarios municipales para proceder como lo hicieron. Afirman que no es cierto que dichos árboles hayan cumplido su ciclo vital porque, como ya dijimos, estas especies son longevas y que con un adecuado manejo y poda técnica se hubiese podido salvarlas, así como se pueden salvar las que quedan. Los parinari, para que les haya sucedido lo que les sucedió, han tenido que soportar la agresión del hombre contra ellos, porque eran árboles estresados, asfixiados desde hace mucho tiempo, a sus raíces las ahogaron con cemento sin dejarlas respirar, además de la implacable polución ambiental de los contornos y, por último, la negligencia de no poder establecer rondas de vigilancia y cuidado permanente para evitar que fueran convertidos en urinarios públicos.

¡RESEMBRAR ÁRBOLES NATIVOS EN VEZ DE JARDINES!

El Ing. Jorge Lazo Ríos, al ser entrevistado, dijo que en las áreas que quedaban vacías por la tala de los árboles de parinari, se estaba pensando desarrollar jardines que "le darían mayor vistosidad al ambiente". Craso error, porque implantar solamente jardines en las Plazas Públicas de Iquitos debe ser la idea de algún alienado o de alguien que tenga aires europeizantes, porque lo que se requiere es reemplazar los árboles talados con otros que sean nativos de la región, frondosos y que den sombra. Debemos evitar en lo posible que se siembren plantas introducidas, no oriundas de la rica flora amazónica, que no sean representativas de nuestro medio ambiente. A un turista que viene de Europa o de los Estados Unidos, le interesa conocer nuevas cosas, ver flora y fauna distintas a la que está acostumbrado, sentir experiencias novedosas; pero si, por ejemplo, sembramos pinos o "ficus" o palmeras o plantas que no tienen nada que ver con nuestra idiosincracia y que no enseñen a revalorar nuestras tradiciones y costumbres, simplemente estamos destruyendo nuestra identidad en aras de una modernidad mal entendida y alienada.

ENTREVISTA

Ing. JORGE LUIS LAZO RIOS
Gerente de Saneamiento y Salud Ambiental de Maynas

¿Sabe usted cuántos años de vida tienen los árboles de la Plaza?
Específicamente no conozco, pero según el INRENA tienen un promedio de cuarenta a cincuenta años de vida y hasta es posible que más tiempo. Van a ser talados seis árboles para volver a hacer jardines.

¿Qué se va a hacer frente a la desolación de la Plaza?
Ya se comenzó el sembrío de árboles de tahuarí (Tabepuia sp.) que es una planta nativa, cuya corteza es medicinal, que se han traído de la carretera Iquitos-Nauta y que, cuando de aquí a un año alcancen su tamaño normal que es de cuatro a cinco metros de altura, arrojan unas bonitas flores. Aparte de esto, se van a sembrar ficus y se van a hacer jardines a los costados en un periodo de dos a tres meses.

¿Qué va a pasar con los árboles de parinari que quedan en la Plaza?
Van a quedar ahí, pero vamos a hacer continuos análisis de la estructura. Ahora no presentan problemas, pero podrían presentarse en el futuro.
Images © Haroldo Castro, John Martin, Roger Steene, Russell Mittermeier | by: | LOGIN


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